Tienes un problema con tu operadora. O no estás conforme con la factura, o te has quedado sin internet, o el servicio que te están prestando no se corresponde con lo contratado. Hay un sinfín de motivos por los cuales puedes verte en la necesidad de reclamar a la compañía. Así que te armas con unas buenas dosis de tiempo y paciencia, porque te dispones a llamar al servicio de atención al cliente.

Transcurridos unos minutos de ofertas, promociones, “pulse dos o si no espere”, vuelves a la locución inicial, y te empiezas a desesperar porque estás entrando en bucle. Al fin, no sabes cómo, pero aciertas con la tecla y desde el otro lado te atiende un operador. Vuelves a esperar. Te identificas. Vuelves a esperar de nuevo hasta que te verfican – este proceso, incomprensiblemente, tarda lo suyo - y, finalmente, expones tu problema. El que te atiende, normalmente, no te dará solución, así que se limitará a redactar tu reclamación, te aportará un número de incidencia y a esperar quién sabe cuántos días.

Ni siquiera sabes el contenido de tu reclamación porque no la has escrito tu. Eso si tienes suerte y el operador de turno no te dice que el problema que expones no es causa de reclamación. Aquí ya te empiezas a enervar. Tienes derecho a reclamar lo que te parezca al margen de lo que opine la persona que te atiende, y la operadora tiene la obligación de resolver tu reclamación.

¿Te suena el relato? Pues aparta a un lado el medio que has utilizado hasta ahora para reclamar, y hazlo a través de las redes sociales. Escribe tu reclamación a través del Facebook o Twitter de la operadora o de la empresa que sea, porque las redes sociales son una de las vías más eficaces para que atiendan tu reclamación a la mayor celeridad. A través de este medio, no sólo ahorras tiempo y puedes expresar exactamente cuál es tu problema dejando constancia del mismo, sino que tu reclamación es pública, motivo por el cual, la empresa o establecimiento comercial al cuál dirijas tu queja se preocupará en darte una respuesta satisfactoria o, al menos,  no pasará desapercibida.

Aunque el sistema de resolución de reclamaciones a través de las redes sociales todavía no se encuentra plenamente implementado, cada vez son más las empresas que se preocupan por dar un buen servicio, ya que son conscientes de las consecuencias negativas que conlleva el hecho de que quede a la vista de todos cómo no se le hace caso a un cliente insatisfecho. Y al contrario, mostrar una respuesta rápida y satisfactoria, redunda en su beneficio, pues supone una muy buena publicidad.