Transcurridos los tres meses concedidos por Ministerio de Industria para que las eléctricas implantaran el modelo de facturación horaria, a partir del 1 de octubre de 2015 entra en vigor el nuevo sistema de facturación del consumo eléctrico. Este nuevo método, que sustituye a las controvertidas subastas del precio de la energía, supondrá que el consumidor pagará el precio de la luz en base a su cotización en el mercado mayorista, lo que se traduce en que el usuario pagará un precio por kilovatio consumido distinto cada hora del día.

De momento la factura horaria no afecta a todos los hogares ya que, para que pueda aplicarse, el consumidor debe tener contratada la tarifa regulada PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) y disponer de un contador inteligente. De momento hay aproximadamente 12 millones de hogares que cuentan con los contadores inteligentes instalados, pero no todos tienen contratada la tarifa PVPC. Para saber si ya nos están aplicando el nuevo sistema, en la factura podrá leerse, junto con los demás datos del contrato, “Contador inteligente efectivamente conectado”.

Las eléctricas disponen hasta 2018 para sustituir la totalidad de contadores, momento en el que se aplicará el sistema de franja horaria a todos los usuarios que tengan contratada la tarifa regulada. Hasta entonces, y mientras no dispongan de un contador inteligente integrado, pagarán la electricidad en función de unos parámetros medios de consumo, lo cual, no deja de ser discriminatorio, ya que se facturará de manera distinta según el consumidor disponga o no del nuevo contador.

Para conocer el precio de la electricidad en función de la franja horaria, se puede consultar la página web de Red Eléctrica de España http://www.esios.ree.es/web-publica/pvpc/, o las distintas plataformas que las distribuidoras han puesto a disposición de los usuarios. También hay disponibles aplicaciones móviles gratuitas que informan diariamente del precio del kWh por hora.

Sin embargo, la posibilidad de ahorro que nos pueda suponer supeditar el consumo a las franjas horarias más baratas es relativa, ya que el consumo sólo representa el 37% de la factura. El resto son impuestos (el 25%) y la parte fija del recibo, que se paga exista consumo o no.

En cualquier caso, y teniendo en cuenta que el precio del kWt será mayor cuanto más alta sea la demanda de consumo, se podrá reducir -en algo- el precio final si ajustamos el consumo a aquellas franjas horarias en las que la electricidad suele ser más barata, esto es, por la noche y los fines de semana (especialmente el domingo), y evitar las horas en las que es más cara (entre las 6 de la mañana y las 4 de la tarde).

En definitiva, si antes ya era difícil verificar que nos hubieran facturado correctamente, ahora va a ser tarea imposible, porque para realizar el cálculo de una factura bimensual, se aplicarán nada menos que 1.440 precios diferentes (uno por hora, por cada día de la semana). Además, el desglose no aparecerá en la factura, sino que deberemos consultarlo a través de la web de la compañía.