En la UE se tiran unos 100 millones de toneladas de frutas al año. Según Naciones Unidas, un tercio de la producción mundial de frutas y verduras acaban en el vertedero. ¿El motivo? Son feas. Son frescas, con el mismo sabor e igualmente nutritivas, pero tienen alguna peculiaridad en su forma o color que las hacen no deseables a primera vista. Y por aquello de que la comida nos entra por los ojos, las grandes cadenas de distribución las descartan.

Como reacción contra ese despilfarro, ha surgido en Europa el movimiento Ugly Food, que se basa precisamente en el aprovechamiento de esos alimentos que, hasta ahora, no eran accesibles a ningún consumidor, ni al más necesitado. De hecho, ya hay alguna cadena de supermercados que comercializa estos productos un 50% más baratos que el resto.

Desde Consumidores En Red queremos aportar nuestro granito de arena ofreciendo nuestro apoyo a todas aquellas iniciativas comerciales que den salida a estos productos absurdamente despreciados, así como animando a todos a comer feo, porque creemos que sobran razones. Además de resultar mucho más económico, es una cuestión de responsabilidad social. En un mundo en el que 795 millones de personas pasan hambre, despreciar alimentos porque su aspecto no es estéticamente perfecto, sencillamente, no debería estar permitido. Así que cuantos más consumidores nos interesemos por este tipo de productos, más posibilidades tendremos de que los establecimientos comerciales les den salida.

De momento no es tan sencillo acceder a ellos. Una buena opción es acudir a una frutería de barrio y solicitar que nos reserven aquellas frutas u hortalizas que retiren de la venta por su aspecto o acudir a los puestos del mercado donde normalmente, nos harán una rebaja por escoger esas buenísimas piezas “raras”.